Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Tuve una experiencia verdaderamente sorprendente y maravillosa
Hermana Uyonchimek (Miembro de la Iglesia Manmin de Mongolia)
Padecí de hipertensión además de una jaqueca de 20 años, eczema alérgico en las piernas y hepatitis C. Tuve que tomar medicamentos todo el tiempo. Además mis riñones tampoco funcionaban bien; acudía al baño con frecuencia y tenía fuerte dolor de espalda.
El 31 de diciembre de 2009 experimenté el amor de Dios en la Iglesia Manmin de Mongolia. Desde ese entonces he vivido una vida cristiana feliz. En mayo de 2010 escuché que el Pastor Hyun-gwon Ju iba a predicar un mensaje por el séptimo aniversario de la iglesia y que dirigiría una Reunión de Sanidad con el Pañuelo.
Mientras escuchaba su mensaje me arrepentí de mis malas acciones pasadas y de la adoración a ídolos. Recibí la oración del pañuelo (Hechos 19:11-12). En ese mismo instante mi cuerpo y corazón llegaron a sentir paz. Luego fui mejorando. Seguí asistiendo de manera regular a la Reunión de Sanidad con el Pañuelo dirigida por el Misionero Botzorig. Recuperé mi saludpormedio de estasreuniones.
Cierto día de julio de 2010, experimenté una obra sorprendente. Alrededor de las 3:00 am, tuve un sueño en el que el Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin, el Dr. Jaerock Lee, pronunciaba una bendición durante un Servicio Dominical Matutino. Entonces escuché un fuerte sonido: ¡Bang! ¡Bang! Me sorprendió tanto que salí para saber qué pasaba. Descubrí fuego donde se encontraban los vehículos de lujo de los que me encargaba como portera del lugar.
Corrí hacia ellos y apagué el fuego con agua. Si hubiera llegado un poco más tarde, el fuego habría alcanzado los vehículos. Habría sido un incidente desastroso que todos los vehículos se quemaran ahí, pero Dios los protegió al hacerme escuchar un sonido en medio del silencioso apartamento. Me siento muy agradecida pensando en la gracia de Dios.
¡Doy todas las gracias y gloria a nuestro buen Dios el Padre!
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Padecí de hipertensión además de una jaqueca de 20 años, eczema alérgico en las piernas y hepatitis C. Tuve que tomar medicamentos todo el tiempo. Además mis riñones tampoco funcionaban bien; acudía al baño con frecuencia y tenía fuerte dolor de espalda.
