No es fácil cambiar la manera de pensar de alguien o su comportamiento que se ha ido formando durante mucho tiempo. Es porque se tiende a aceptar y entender la verdad solo dentro de nuestros límites. Además, si es que han desarrollado soberbia y criterios personales, entonces es difícil darse cuenta de la verdadera voluntad de Dios. Esto es porque con este tipo de cosas estamos propensos a tener pensamientos carnales sin siquiera darnos cuenta.
La ‘soberbia’ es la insistencia sobre el pensamiento de que las creencias y costumbres personales son correctas. Los criterios personales son una forma terca de pensar que una cosa determinada es correcta. A menos que derribemos nuestros pensamientos carnales que provienen de dicha soberbia, al igual que los criterios personales, no podremos evitar quedarnos en el umbral del espíritu sin en realidad entrar al espíritu.
Por consiguiente, debemos tratar de descubrirnos a nosotros mismos sin cesar mediante la aplicación de la palabra de la verdad con nosotros mismos y con la oración ferviente. Entonces, para entrar al espíritu, ¿qué tipos de pensamientos carnales que se han levantado debido a la soberbia y a nuestros propios criterios debemos derribar?
1. Los pensamientos carnales que provienen de nuestro temperamento que hemos heredado de nuestros padres
Algunas personas no se dan cuenta de sus defectos ni los desechan porque poseen sus pensamientos carnales que provienen del temperamento que han heredado de sus padres y están profundamente escondidos en su ‘Chi’, o energía de vida.
Algunas personas nacen con un temperamento introvertido. Este tipo de personas son por lo general calladas. Por regla general estas personas no se enojan, no pelean ni quebrantan la paz. Si un individuo de este tipo se convierte en líder de un grupo, debe poseer confianza y decisión de acuerdo a la situación; sin embargo, es posible que se mantenga con una actitud pasiva. Tiene que preocuparse activamente por los demás y guiarlos con seguridad, pero carecen de tales características. Sin embargo, ellos no tienen evidentes problemas con los demás y debido a que consideran a los demás con bondad, no se dan cuenta del problema.
Otras personas nacen con personalidades extrovertidas. Mientras que poseen fervor, tienden a carecer de servicio, y en realidad no consideran a otras personas mejores que ellos mismos, ni tampoco brindan consuelo a los demás. Incluso cuando dan un paso hacia atrás en una situación determinada, quieren tomar la iniciativa pensando que ‘es anhelo por el espíritu’ y sienten que deben adueñarse de ello.
2. Pensamientos carnales que provienen de los patrones de personalidad que son formados en el crecimiento
Algunas personas ven al mundo con pena y resentimiento, y este tipo de punto de vista llega a ser su personalidad. Llevan una vida en Cristo pero sienten las dificultades debido a los pensamientos carnales que provienen de su carácter negativo.
Por ejemplo: se esfuerzan para orar y trabajar por el reino de Dios para desechar los pecados y recibir respuestas. Si una persona que se encuentra en una situación similar recibe la bendición que estaba pidiendo, sienten que esa persona está sobresaliendo y se vuelven nerviosos y se desaniman.
Además, algunas personas se condenan y se critican a sí mismas en cada asunto; se culpan a sí mismas con dureza, incluso por pequeños errores. Pierden la fortaleza para orar, y no pueden presentarse delante de Dios. Tampoco pueden sentir el amor de Dios profundamente, por lo tanto en su soberbia y criterios personales ellos ven primero los defectos de los demás antes de comprenderlos y aceptarlos. Estas personas tienen el deseo de hacer notar a los demás sus propios defectos y luego enseñarles.
3. Pensamientos carnales por falsedades diminutas
Algunas personas han cultivado sus corazones con la verdad en gran medida, pero tienen pensamientos carnales porque aún hay atributos diminutos carnales restantes. Cuando los compañeros de trabajo o supervisores les dan un consejo, tienen el deseo de seguirlo, pero el problema es que también tienen sentimientos incómodos. Incluso si hay sólo un 0,1 por ciento de las molestias en su corazón, no se puede decir que tienen un corazón de espíritu. No obstante, debido al otro 99.9 por ciento que es el corazón bondadoso, y debido a que tales pensamientos incómodos pasan muy rápidamente, estos individuos simplemente se olvidan del 0,1 por ciento. Es por esta razón que no pueden desechar la diminuta falsedad que aún tienen, y de esta manera no pueden entrar al espíritu.
4. Pensamientos carnales ocultos en un ambiente espiritual bueno
A pesar de que descuidan la circuncisión del corazón, algunas personas piensan erróneamente que están teniendo pensamientos espirituales. Debido a los pensamientos alegres que provienen de las circunstancias, ellos simplemente se olvidan de sus pensamientos carnales que tienen de vez en cuando. Sin embargo, si enfrentan cualquier tipo de dificultad, no pueden superarlo mediante la fe. Solo al circuncidar incluso lo más profundo del corazón, pueden poseer la perfecta llenura del Espíritu, y además, alcanzar un corazón verdadero y una fe perfecta.
5. Pensamientos carnales provenientes de las deficiencias del cuerpo
Una deficiencia del cuerpo es la falta de una habilidad que se adquiere por no tener la experiencia y la formación que deberían haber tenido en su crecimiento.
Por ejemplo: cuando los niños no son entrenados en concentrarse en las palabras de su profesora en la escuela, es posible que puedan enfocarse en lo que los demás dicen incluso después de convertirse en personas adultas. Estas personas tampoco pueden concentrarse en los sermones. Es posible que no escuchen a las demás personas cuidadosamente. En el caso de los obreros de la iglesia, es posible que no presten mucha atención mientras escuchan lo que su jefe les está diciendo y luego cometen errores. No es que ellos quieren desobedecer la voluntad de Dios, pero no pueden obedecer porque no pueden retenerlo en su memoria. Al final utilizan sus propios pensamientos carnales.
Algunas personas son criadas en un tipo de entorno restringido o enclaustrado, y carecen de habilidades para comunicarse. Ellas en realidad no entienden la manera de pensar de otras personas o las formas en las cuales se expresan. Por lo tanto, no entienden realmente a los demás y tienen falta de consideración por otros. Dentro de su propia experiencia, piensan: “Me gusta esto, y estoy seguro de que él también piensa de la misma manera”. Sin embargo, su pensamiento a menudo no es correcto.
6. Pensamientos carnales provenientes de los criterios personales de la verdad
El criterio personal o la soberbia y el ego se forman cuando las personas interpretan la palabra de verdad en su propia manera y consideran ciertas cosas ser correctas y buenas, y solidifican esas ideas. En algunas situaciones, algunos de sus pensamientos que se derivan de tales criterios parecen estar en lo correcto, y son convencidos aún más de sus propios pensamientos e ideas.
Supongamos que un obrero de la iglesia es tocado por el pastor quien perdona y cubre las faltas de un miembro de la iglesia. Este obrero forma un criterio de bondad pensando: “Es bondadoso el perdonar y entender a los demás”. El problema es que él trata de perdonar y cubrir las faltas del rebaño incluso en situaciones en las cuales no debería simplemente perdonar. Esto es, en algunas situaciones debemos reprender o castigar a una persona para que pueda apartarse de los pecados, pero los pensamientos carnales provenientes de los criterios de bondad les impiden entender el amor de Dios para las personas.
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