¿Por qué la cercanía de la Palabra del Señor es buena?
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Diciembre 22, 2013 |
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Salmos 1:2 habla acerca del hombre bendecido al decir: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. ‘La ley de Jehová’ se refiere directamente a todos los estatutos y mandamientos en los tiempos del Antiguo Testamento; incluyendo los Diez Mandamientos. No obstante, en un sentido más amplio incluye la Palabra de Dios en los sesenta y seis libros de la Biblia. Entonces, ¿qué quiere decir ‘que el hombre bendecido se deleita en la ley del Señor, y que en Su ley medita de día y de noche’?
Ya que la Palabra es Dios, significa que el hombre bendecido, quien medita en Su ley día y noche, se siente complacido debido a Dios y mora con Él todo el tiempo. También indica que el hombre está siempre con el Señor, quien es la Palabra, y vino a la Tierra en carne y hueso. Juan 15:7 nos dice: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Tal como está escrito, si permanecemos en el Señor, quien es la Palabra, y esta permanece en nosotros, podemos recibir respuestas a todo lo que pidamos.
2 Timoteo 3:16-17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Cuando permanecemos cerca de las Escrituras que han sido inspiradas por Dios, meditamos en ella día y noche, y la ponemos en práctica, podemos ser perfeccionados como hombres de Dios. Al celebrar el Domingo de Acción de Gracias, espero que lo siguiente le ayude a convertirse en una persona que es bendecida por comprender por qué la cercanía de la Palabra de Dios es buena.
Primero - Podemos recibir una gracia especial e inspiración de la Palabra
Si nos quedamos cerca de la Palabra de Dios con nuestros corazones, podemos recibir la gracia y la inspiración como si nos encontráramos con Dios cara a cara. Podemos sentir la profundidad del amor de Dios y tener una comunión más fuerte con Él. De esta manera, tendremos un deseo mayor por obedecer la Palabra de Dios. Por medio de esta gracia e inspiración, podemos llegar a ser personas del espíritu más rápido. No importa cuán cerca permanezcamos en la Palabra de Dios, si es con el sentido de obligación o coacción, es difícil recibir la gracia y ser inspirados por la Palabra. Si nosotros nos deleitamos en la Palabra con amor por Dios, nos deleitaremos de manera natural de día y de noche. Tenga en cuenta que a medida que sembramos profundamente la Palabra cada vez más en nuestros corazones y tenemos el deseo de vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, la gracia y la inspiración brotará de nuestros corazones. Los fariseos, escribas, sacerdotes y sumos sacerdotes siempre estaban cerca de la Palabra de Dios y practicaban la Ley, pero no circuncidaron su corazón. Al final no, pudieron reconocer al Hijo de Dios, Jesús. Esto sucedió porque ellos creían que estaban en lo correcto, pensando que dominaban la Ley de Dios y que la practicaban a la perfección. En lugar de sentir el corazón de Dios en la Palabra y asemejarse a Él, ellos sintieron que guardar la Ley estaba relacionado con las acciones rectas y su deber. Sin embargo, ‘meditar en la Palabra día y noche’, no significa simplemente estudiar la Palabra, pasar tiempo en ella y tener conocimiento de ella, sino que también en la Palabra debemos encontrarnos con Dios y sentir Su corazón y voluntad.
Segundo - Podemos descubrirnos a nosotros mismos y mantener nuestro corazón en la Palabra
Aunque las personas escuchen el mismo mensaje; la gracia, inspiración y conocimiento que cada uno de ellos obtenga, son diferentes de acuerdo a sus situaciones, estado y medida de la fe. De esta manera, es muy importante leer la Biblia, memorizar versos necesarios y meditar en ellos. Entonces, podemos descubrirnos a nosotros mismos y alcanzar la verdad en nuestro corazón. También es necesario escuchar y meditar nuevamente sobre los mensajes que se han predicado en los servicios de adoración. Cuando escuchamos el mensaje varias veces, podemos tener conocimiento más profundo, descubrimos más sobre nosotros mismos y somos cambiados a través de la oración. Juan 17:17 dice: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. Como he dicho anteriormente, es la Palabra de Dios que nos protege del pecado y la maldad y nos hace santos. Cuando nos acercamos a la Palabra y meditamos en ella, podemos examinar nuestro corazón al igual que descubrirnos a nosotros mismos. Cuando la Palabra de Dios está en nuestro corazón, ella obrará para que podamos vencer al mundo, apartar las tinieblas y llevar vidas victoriosas. La Palabra nos permite identificar y darnos cuenta de las cosas que debemos despojarnos y de las cosas que no deberíamos hacer. No solo debemos tener acciones apropiadas del cuerpo, sino también limpiar nuestro corazón y pensamientos, y así, darnos cuenta del pecado y la maldad para no ser tentados por el mundo. Si usted aprende la Palabra del Señor diligentemente, medita en ella día y noche y se arma con la Palabra, podrá discernir entre la luz y las tinieblas y caminar en la luz. Además, el Espíritu nos ayuda a comprender las cosas y nos guía a la práctica de la Palabra de Dios.
Tercero - Podemos alcanzar el corazón y las obras del Señor y del pastor a través de la Palabra
En Salmos 119:105 leemos: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Si nosotros nos armamos con la Palabra, las Escrituras necesarias vienen a nuestro corazón de acuerdo con la situación y nos da las acciones apropiadas y palabras que deberíamos hacer y utilizar. No obstante, es posible solo cuando hemos grabado la Palabra en nuestros corazones, y no porque hemos acumulado la Palabra simplemente como conocimiento. Por estar cerca de la Palabra del Señor, meditar en ella y armarnos con ella, podemos discernir cuál es la verdad y qué camino escogemos en cada situación. Incluso si a veces seguimos la Palabra y a veces no podemos, si oramos constantemente y nos esforzamos, el conocimiento de la Palabra se convertirá en aliento de vida en nuestro corazón y pronto caminaremos en el espíritu. Podríamos estar ante conflictos o preocupaciones en muchas situaciones de nuestra vida. Entonces, con la Palabra que hemos aprendido, tenemos que pensar en lo que haría el Señor. Tenemos que pensar en lo que el pastor, que fue establecido por Dios para guiarnos, haría en la misma situación. De esta manera, un mensaje predicado durante el servicio sobre situaciones similares puede venir a nuestro corazón o un versículos de la Biblia en nuestro corazón puede influenciar en nuestra forma de pensar. Podemos encontrar la respuesta que Dios quiere por medio del mensaje que escuchamos. Cuando intentamos asemejarnos al Señor de esta manera, Dios verá el esfuerzo y la dedicación y nos dará de Su gracia y fortaleza y el Espíritu Santo nos ayudará. Entonces, nuestro corazón será transformado y podremos alcanzar el corazón del Señor día a día.
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