1 Corintios 12:4-11 nos habla acerca de nueve dones dados a cada uno por medio del Espíritu, según sea necesario. Nosotros podemos llevar una vida de creyentes poderosa mediante el entendimiento de los nueve dones del Espíritu y recibirlos. Ahora vamos a analizarlos más detenidamente.
1. Palabra de sabiduría
Si recibimos la palabra de sabiduría por medio del Espíritu Santo, podemos utilizar la Palabra de Dios de manera adecuada cuando y donde sea necesario, y de este modo podemos ayudar a las personas a cambiar rápidamente.
El Espíritu Santo renueva sus corazones. Él los alienta y convierte sus vidas en vidas de gozo y de gratitud. Además, Él siembra la fe y la esperanza por el Cielo en ellos para que de esa manera puedan vencer al mundo. En la medida que alcancemos la santificación mayor será la sabiduría que es dada por Dios (Santiago 3:17-18). Si recibimos este don, nos fortalece espiritualmente y nos permite realizar todo tipo de tarea de manera apropiada.
2. Palabra de ciencia
Para poder estar armados con la Palabra de Dios, primeramente debemos ser capaces reconocer la Palabra. Esto significa que nuestros ojos espirituales por la Palabra deben permanecer abiertos. De lo contrario, nos limitaremos a conocer su significado literal, sin entender en realidad su verdadero significado. Entonces no podremos sentir el corazón y amor de Dios.
Sin este armamento espiritual, no podemos practicar la Palabra, y tampoco podemos experimentar las obras de Dios. Solo al recibir el don de la palabra de ciencia podremos comprender los significados espirituales de las Escrituras, hacerlas nuestro pan diario y ponerlas en práctica en nuestra vida.
3. Fe
Solo por medio de la ayuda del Espíritu Santo podemos recibir fe de parte de Dios. Es por ello que podemos recibir la fe solo cuando practicamos la Palabra de Dios que hemos almacenado como ciencia o conocimiento.
Las personas de buen corazón practican la Palabra por tomar la decisión de despojarse de las cosas que están en contra de la Palabra inmediatamente después de descubrirlas en sus corazones. Algunas personas inmediatamente aceptan y creen las obras del Dios viviente cuando experimentan o son testigos de las pruebas de que Dios sí existe. Estas personas pueden lograrlo porque han recibido el don de la fe.
4. Sanidades
Aquellos que han recibido el don de las sanidades pueden sanar enfermedades virales mediante la oración.
Incluso si alguien llega a tener una enfermedad grave, si esta persona se arrepiente por completo de su mala acción y recibe la oración de uno que posee el don de sanidad, podrá ser sanado. Supongamos que una personas comete un pecado debido a la ignorancia de la verdad. Si este se arrepiente de corazón, entonces Dios tendrá misericordia y lo sanará. Además, si recibe oración de aquel que posee el don de sanidad podrá ser sanado más rápida y fácilmente.
5. Hacer milagros
Este don de hacer milagros puede manifestar obras que no se puede lograr por medios humanos, tales como la sanidad de alguna discapacidad o enfermedades congénitas, el control del clima o los cuerpos celestes, y la transformación de las personalidades y temperamentos de las personas.
Este don es dado a las personas que buscan la voluntad de Dios. Las personas son capaces de realizar tales milagros increíbles que están más allá de la capacidad humana, después de entrar en el cuarto nivel de la fe; la fe de amar a Dios excesivamente y que han acumulado ferviente oración para entrar en el quinto nivel de la fe: la fe para agradar a Dios.
6. Profecía
La profecía es una predicción del futuro hecha bajo la inspiración del Espíritu en la voluntad de Dios. Aquel que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación (1 Corintios 14:3).
El don de la profecía es dado a una persona que ora mucho, que obedece la Palabra de Dios y posee un corazón santificado sin maldad. Cuando profetizan, ellos no saben lo que están diciendo ya que hablan en la llenura e inspiración del Espíritu Santo.
7. Discernimiento de espíritus
El discernimiento de espíritus consiste en el conocimiento de la voluntad de Dios. Para poder recibir un don debemos obedecer la Palabra de Dios por completo. Cuando entendemos la voz del Espíritu Santo claramente y practicamos la voluntad de Dios, podemos discernir los espíritus en el poder de Dios.
Cuando ingresamos al nivel perfecto del discernimiento de espíritus, podemos discernir lo que pertenece al espíritu y lo que pertenece a la carne. Podemos reconocer la voz del Espíritu Santo de la voz de nuestros propios pensamientos, lo bueno y lo malo y la verdad y la falsedad. Podemos identificar aquellos que se comunican con las fuerzas del mal y los que están perturbados por ellos y responden rápidamente a ella.
8. Diversos géneros de lenguas
El don de lenguas es de beneficio para la vida cristiana, es por ello que Dios quiere dar este don a todo hijo que haya recibido el Espíritu Santo.
Orar en lenguas es orar con el espíritu. Cuando oramos con el espíritu podemos recibir la llenura del Espíritu y comprender la Palabra de Dios de mejor manera. Podremos ser capaces de orar con fervor y ser llenos con el Espíritu, que nos ayuda a recibir fortaleza. Podemos vencer las pruebas y aflicciones y despojarnos de las cosas que más anhelamos desechar. Además, la oración con el espíritu, solo Dios puede oírla, por lo tanto, Satanás no puede obstaculizar la oración que ha sido ofrecida.
9. Interpretación de lenguas
Una persona puede interpretar las lenguas cuando él o ella está lleno e inspirado con el Espíritu Santo, pero este don es dado solo a las personas que tienen el don en la voluntad especial de Dios o a alguien que se ha santificado.
Para los dones de profecía e interpretación de lenguas, debemos ser capaces de detener los pensamientos que vienen a nosotros. Aunque Dios da estos dones, a menos que tengamos esta capacidad, nuestros propios pensamientos pueden ser parte de la profecía o la interpretación. Por supuesto, Dios no da el don de interpretación de lenguas a aquellos que no viven en la verdad, ya que estos son influenciados en cierto grado por Satanás.
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