P. ¿Por qué los cristianos celebran el día de reposo el domingo cuando el Antiguo Testamento estableció el día sábado como el día de reposo y en Israel los judíos aún siguen celebrando este día?
R. Luego de crear los Cielos y la Tierra, y todas las cosas en ellos durante seis días, Dios descansó en el séptimo día de toda Su obra. Es por esta razón que en los tiempos del Antiguo Testamento, el día de reposo era celebrado el sábado, es decir el séptimo día de la semana. No obstante, en los tiempos del Nuevo Testamento, el día de reposo es celebrado el domingo, el Día del Señor, que fue el día en el cual Jesús resucitó luego de su muerte en la cruz para salvarnos. Ahora vamos a profundizar en la razón basada en las Escrituras.
1. Jesucristo, el Señor del día de reposo
Génesis 1:3 dice: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz». La luz es luz espiritual, la cual significa el poder de Dios y Su soberanía. Al decir: «Sea la luz», Dios, que es la Luz en Sí, proclamó Su autoridad por todo el espacio y todas las cosas que hay en él.
Juan 1:9 dice: «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo». La Luz verdadera es Jesucristo que es la Palabra y existió en la forma de Dios, pero que se hizo carne y vino a este mundo para salvarnos.
En Mateo 12 los fariseos vieron a los discípulos de Jesús recoger las espigas de grano y comer en el día de reposo y le contaron esto a Jesús. Entonces Él les explicó esto con un ejemplo de David, y les dijo: «Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo» (Mateo 12:8). El Hijo del Hombre se refiere a Jesús mismo, explicando que Él, quien es la Luz verdadera, es el Señor del día de reposo.
En el primer día, Dios permitió que hubiera luz. De igual manera, fue el día domingo, el primero de la semana, cuando la Luz; el Señor, brilló sobre todo el mundo. Esto significa que fue crucificado para salvar a toda la humanidad y que fue sepultado un día viernes, y fue un día domingo que venció a la muerte y resucitó, y de este modo brilló por todo el mundo.
Ahora, Él se convirtió en el primer fruto de resurrección y dio la Luz y la vida verdadera a las almas que vivían en las tinieblas de la muerte y el dolor. A partir del día en el que resucitó, los hijos de Dios obtuvieron esperanza de la resurrección y llegaron a tener verdadero descanso. Es por ello que la celebración del día de reposo llegó a ser el domingo, al cual llamamos «el Día del Señor».
2. El día siguiente al día de reposo en el Antiguo Testamento
Levítico 23:10-12 declara: «Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová».
En este caso, Dios le dijo al pueblo de Israel que ofreciera un cordero de un año sin defecto «el día siguiente del día de reposo», es decir el día domingo. «Un cordero» simboliza a Jesucristo que es el Cordero de Dios. «Por primicia de los primeros frutos», también es sinónimo de Jesucristo, que es el primer fruto de la resurrección tal como leemos en 1 Corintios 15:20, que dice: «Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho». Incluso el Antiguo Testamento profetizó acerca de la adoración del domingo y que se convertiría en el Día del Señor Jesucristo.
3. El verdadero descanso fue dado a la humanidad por medio de la resurrección de Jesús
Luego de que el primer hombre, Adán, cometiera la primera transgresión de la humanidad al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, la humanidad perdió el verdadero descanso. Tal como Dios dice: «...porque el día que de él comieres, ciertamente morirás», el espíritu de Adán sí murió y sus descendientes, es decir toda la humanidad, fueron destinados a la muerte eterna en el Infierno. No obstante, Jesús vino como nuestro Salvador. Sin pecado como Él era, tomó todo el sufrimiento de la cruz, en nombre de nosotros y murió. No obstante, al tercer día después de Su muerte, Él venció a la muerte y resucitó. De esta manera dio esperanza para la resurrección y la vida eterna a los hombres que no tenían nada más que la muerte por delante debido a sus pecados.
En consecuencia, cualquier persona puede recibir el Espíritu Santo como don y sus espíritus muertos son revividos cuando aceptan a Jesucristo y se arrepienten de sus pecados. Esta es la resurrección espiritual.
Al creer en Jesucristo, obtenemos el derecho de convertirnos en hijos de Dios y disfrutar descanso verdadero. Aun así, el descanso en la Tierra no es el descanso perfecto. Por lo tanto, Dios ha estado preparando el lugar de descanso eterno y perfecto, el Cielo. Cuando el Señor venga en el aire, seremos revestidos de un cuerpo incorruptible y nos encontraremos con Él en el aire. Esta es la resurrección física, y luego tendremos el verdadero descanso para siempre.
Como ya expliqué, el domingo es el día que Jesús, que es Señor del día de reposo, fue resucitado y de este modo nos dio verdadero descanso. Es por esta razón que los cristianos llaman al domingo el Día del Señor y adoran en dicho día.
En Hechos 20:7 leemos: «El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan...». Esto significa que se reunieron el día domingo, el primer día de la semana y partieron el pan lo cual simboliza el cuerpo del Hijo del Hombre. Como el cuerpo del Hijo del Hombre se refiere a la Palabra, hicieron de la palabra de Dios el pan espiritual de vida por medio de la adoración del domingo. Además, en 1 Corintios 16:2 leemos: «Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas». También dieron ofrendas el día domingo, el primer día de cada semana.
Por consiguiente, debemos entender el verdadero significado del Día del Señor para santificarlo. De este modo podemos tener descanso verdadero bajo la protección de Dios y esperanza de la resurrección y la vida eterna.
|