Las plantas que resisten la lluvia, el viento y el sol fuerte, tienen una buena calidad de la fruta. De igual manera, soportamos las pruebas con fe para convertirnos en creyentes semejantes al trigo. Además, en el proceso podemos llegar a convertirnos en verdaderos hijos de Dios.
No deberíamos tener los pensamientos carnales de que algo es demasiado difícil o que tenemos miedo. Debemos creer y tener esperanza en todas las cosas con amor. Luego podremos vencer sobre cualquier tipo de prueba. Una prueba es una bendición y está dentro del amor de Dios. Examinemos las maneras específicas de convertirnos en creyentes semejantes al trigo por medio de las persecuciones y pruebas.
Primero, ¡crea en el amor de Dios hasta el final!
En 1 Pedro 1:7 leemos: «Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo».
En ocasiones, Dios permite persecuciones y pruebas para los creyentes, debido a que Él quiere que tengan fe semejante al oro a través de este proceso. Además, Él quiere que recibamos alabanza, gloria y honor en la eternidad del Cielo.
Para alcanzar dicha fe, la fe semejante al oro puro, debemos despojarnos de la maldad. Luego debemos ser pacientes en muchas áreas. También debemos vivir de acuerdo a la Palabra de Dios sin comprometernos con el mundo. Es posible que mientras esto suceda suframos injustamente. En esos momentos debemos simplemente creer en el amor de Dios y dar gracias por ese amor especial con el cual nos ha guiado a una mejor morada en el Cielo.
Es más, debemos creer en el amor de Dios hasta el final, y no dudar de Su amor cuando la prueba se alarga, ni pensar: ¿Por qué Dios no me ayuda?
¿Acaso Él realmente me ama? Si usted duda, es posible que desee renunciar, encontrar la culpa y quejarse. De esta manera, nosotros debemos grabar el amor de Dios en nuestros corazones una vez más y ser pacientes.
Santiago 1:4 dice: «Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna». Si usted cree en el amor de Dios y soporta hasta el final, llegará a ser una persona perfecta. Debemos darnos cuenta de que una prueba es impulsada desde el amor de Dios, quien nos ayuda con Su cuidado, entonces, perfectamente podemos soportar y dar fruto precioso con la fe.
En segundo lugar, ¡debe creer que son un atajo para alcanzar la esperanza!
Romanos 5:3-4 declara: «Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza». Como se menciona, una prueba o tribulación sirve como atajo para alcanzar la esperanza. Es posible que algunos piensen que han estado cambiando de manera muy lenta. Sin embargo, mediante las tribulaciones podemos ser cambiados más rápidamente y, en la medida que cambiamos y somos renovados, podemos llegar a ser hijos perfectos de Dios que se asemejen a Él.
Por consiguiente, no debemos intentar evitar una prueba, sino más bien atravesarla cuando se presente. Los seres humanos por lo general quieren tomar el camino que es más cómodo y fácil. No obstante, si alguien evita una prueba le tomará más tiempo a esa persona llegar a su destino esperado.
Supongamos que una persona a su alrededor intenta encontrar alguna falta en usted en cada asunto y en cada caso. Es posible que usted no quiera ver a esa persona, pero no debe evitar ni siquiera ese tipo de situación, sino más bien de manera activa tratar con esto. Debe soportar la situación con esperanza e intentar perdonar y comprender a esa persona. Entonces, mediante la gracia de Dios, puede ser transformado.
Una prueba o tribulación pueden servir como un trampolín o un acceso directo a la esperanza. Si realmente quiere ser un verdadero hijo de Dios, cuando está bajo una prueba, solo considere esto como un atajo y soporte todo con alegría y audacia, y avance con fe hacia la esperanza.
En tercer lugar, ¡piense solo en lo bueno y actúe con bondad!
Es posible que algunas personas le echen la culpa a Dios, o se quejen en Su contra porque piensan: ¿Por qué Dios no obra a mi favor, y por qué mi situación no ha cambiado a pesar de poner en práctica Su palabra? Es posible que parezca que trabajan fielmente y oren con fervor, pero debido a que aún tiene maldad en sus corazones, no hay cambio alguno en su situación. De esta manera, cuando llegan las pruebas, debemos pensar y actuar solo con la bondad.
Daniel no se comprometió con el mundo, sino que vivió por la Palabra de Dios, y por ello fue lanzado al foso de los leones debido a las conspiraciones de personas malvadas. Sin embargo, él no echó la culpa a Dios ni se sintió desalentado. Además, no culpó al rey ni tampoco se quejó. Daniel tampoco reaccionó con maldad hacia las personas malas que habían maquinado contra él.
Debido a que Daniel actuó en bondad hasta el último momento cuando entró al foso de los leones, Dios envió ángeles que cerraron las bocas de los leones. Dios los protegió para que él no sufriera ningún daño en absoluto. Al contrario, las personas malvadas que maquinaron cosas malas, se convirtieron en comida para los leones.
Por supuesto, quizás parezca algo tonto tratar con bondad a las personas que son malas, pero si usted conoce las reglas espirituales, actuará solo con bondad; esta es la forma más fácil de recibir bendiciones.
Algunas de las pruebas y tribulaciones pueden parecer venir de otras personas a su alrededor o ciertas circunstancias. Sin embargo, todas las pruebas son provocadas por el enemigo diablo y Satanás. Para superar todas las pruebas con la fe, necesitamos ganar la batalla con el enemigo diablo y Satanás, y no con las personas.
Para alcanzar la victoria en una guerra espiritual debemos batallar de acuerdo a las leyes espirituales. La ley es vencer el mal con el bien. Romanos 12:21 dice: «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal».
Si los miembros no creyentes de una familia le causan persecución, usted debe actuar con bondad hacia ellos con fe. Entonces ellos dejarán de causarle persecución y posiblemente reciban el evangelio. Por el contrario, si usted cree que ellos son tan malvados y simplemente intenta persuadirlos con palabras y forzarlos a creer, es posible que vengan pruebas más serias y prolongadas.
Por lo tanto, debe orar primeramente con ellos con amor, servirles en el Señor e intentar tocar sus corazones. Además necesita pensar con bondad y profesar su fe en cada situación. Entonces Dios expulsará al enemigo diablo y Satanás, tocará el corazón de los miembros de la familia y los guiará en todos los asuntos y respuestas en un tiempo apropiado.
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