El hombre puede recordar lo que ha visto, oído y aprendido, y puede recordarlo porque tiene alma. Cuando se utiliza el desenvolvimiento del alma, los hijos de Dios deben hacerlo en la verdad, y solo entonces podrán ser personas de espíritu. Entonces, ¿qué debemos hacer para que nuestra alma esté en la verdad?
1 debemos discernir todo con la verdad como norma
Las personas poseen una cultura, valor y punto de vista diferente de persona a persona, ya que aprenden de manera diferente y crecen en un entorno diferente. Por lo tanto, algo está bien para alguien, pero no es correcto para otros de acuerdo a su conciencia. El criterio de la justicia en el mundo es diferente según el tiempo, el lugar y la cultura.
¿Cuál es el verdadero estándar para discernir el bien y el mal?
Los creyentes en Dios tienen que aprender la Palabra de Dios y discernir todo con la verdad. Por lo tanto, tenemos que escuchar con diligencia la verdad, aprenderla y hacerla nuestro pan espiritual. Debemos leer la Biblia y despojarnos de los estándares errados que hemos aprendido de este mundo. Algunas de las cosas que la gente considera como la verdad están de acuerdo con la Biblia, pero muchos de ellos están en contra de la Biblia.
Por ejemplo: las personas en el mundo creen que es correcto vengarse de los enemigos, pero la Palabra de Dios nos dice que debemos amar incluso a nuestros enemigos. Algunos padres les piden a sus hijos que digan que ellos no están en casa cuando llegan algunas llamadas que no quieren recibir. Algunos utilizan las posesiones de los demás y no las devuelven, o las utilizan sin permiso. Incluso no lo toman en serio. Pero en la perspectiva de la Palabra de Dios, esos actos son una mentira y un robo.
A medida que la generación se hace más mala, las personas buscan más sus propios beneficios y practican la mentira, pero ni siquiera saben lo que están haciendo. Esto se debe a que juzgan y condenan a los demás según su propia norma.
2 debemos sentir todo a la luz de la verdad
Con el fin de que nuestra alma solo obre en la verdad, debemos sentir todo a la luz de la verdad. Cómo nos sentimos ahora en gran medida depende de cómo nos sentimos al principio.
Por ejemplo: las personas con almas que obran en la falsedad piensan de la siguiente manera cuando ven a alguien muy activo: «Él es un presumido». Y se sienten incómodos. Por el contrario, las personas que utilizan el desenvolvimiento del alma quizás piensen: «Él es una persona trabajadora para el reino de Dios. Él es encantador».
Por lo tanto, cuando nos relacionamos y trabajamos juntos con los demás, debemos pensar y sentir en el buen sentido. Cuando nos encontramos con gente diferente a nosotros en personalidad y cultura, si pensamos: «No me gustan ellos», es posible que tengamos malos sentimientos y esto puede permanecer por mucho tiempo. Sin embargo, si nos ponemos en su lugar, tratamos de entenderlos y pensamos en un camino hacia la bondad, podemos mantener buenos sentimientos hacia ellos.
Es decir, debemos pensar y sentir con bondad en todo momento. Para lograr esto, siempre debemos ver, escuchar y poner bondad en nosotros.
Por supuesto, no podemos bloquearnos completamente a nosotros mismos de lo malo, porque estamos expuestos a muchas cosas falsas durante nuestras vidas en este mundo. Pero es bueno para nosotros no ver, escuchar y poner cosas malas en nuestra memoria de manera que seamos guardados en la verdad. Si no puede evitarlos, debe aceptarlos en el camino de la verdad y la bondad.
Supongamos que miran una escena violenta en una película. Es posible que algunos piensen: «¡Eso fue genial!» Pero también se puede pensar en vista de la verdad: «La violencia causa dolor a los demás. Debemos tener más cuidado». Si ya ha puesto algo en su corazón de manera falsa, usted debe tratar de cambiarlo por sentimientos veraces, y dejar de pensar en eso.
3 debemos ponernos en el lugar de los demás en todas las circunstancias
Si acepta una determinada situación en su propio punto de vista y en base a su experiencia y forma de pensar, esto puede conducir a la obra del alma inadecuada ante los ojos de Dios. A continuación, puede añadir sus pensamientos a lo que alguien dice u omitir algo de acuerdo a su pensamiento. Puede causar el juicio, la condena, la incomprensión, e incluso sensación de malestar.
Supongamos que alguien le dice: «He estado en el monte Kumgang. Era tan hermoso que casi lloré». Algunos pueden pensar: «¿Está diciendo que él derramó lágrimas viendo solo una montaña? ¡Él está exagerando!» Pueden pensar de esa manera ya que nunca se han sentido conmovidos por una hermosa vista natural.
Digamos que un marido volvió tarde a casa por el trabajo. Él está antipático y ni siquiera respondió a la pregunta de su esposa. Ella puede sentirse incómoda y pensar, «¿Cómo puede tratarme así?» Sin embargo, ella puede pensar y ponerse en su lugar: «Él debe estar cansado. Es posible que haya tenido un día difícil en el trabajo». Ella lo puede entender y darle consuelo. Por otro lado, si el marido piensa en su esposa que le espera hasta tarde, es posible que no la haga sentir incómoda. De esta manera, si el marido o la mujer piensan en la verdad y en la posición del otro, se puede guardar la paz.
Cuando nos enteramos de las deficiencias de los demás, no debemos juzgar y pensar: «¿Por qué esta persona siempre actúa de esa manera?» Más bien, debemos comprenderla, pensando: «Tiene que haber una razón por la que lo hace». Incluso si sufrimos una pérdida a causa de esa persona, debemos pensar en su lugar, comprenderlo y albergarlo. De esta manera, si perdonamos los defectos de los demás y tenemos misericordia de ellos, podemos buscar la paz con todos los hombres.
Por supuesto, eso no quiere decir que debemos cubrir sus faltas incondicionalmente y decir que los malhechores son buenos, sino que significa que no debemos odiarlos o ignorarlos debido a su mal. Cuando les reprendemos por sus deficiencias, debemos explicar bien y ayudarles a darse cuenta de sus defectos. Debemos tener verdadero amor con la esperanza de que sus almas prosperarán.
A veces puede notar que usted mismo tiene dificultad para usar la obra del alma que pertenece a la verdad. Entonces, usted debe ver sus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones, y tratar de pensar en la verdad con todas sus fuerzas. Además de esto, usted debe recibir la fortaleza de Dios por la oración ferviente.
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