«Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» (1 Samuel 16:7).
«Lo más íntimo del corazón», puede ser descrito como «la solidificación de la mente»; la fundación de la fortaleza que controla todo el corazón. Mientras que ‘lo más íntimo del corazón’ puede ser heredado de sus padres, habrá diferencias dependiendo de la cantidad de personas que han aceptado ciertas cosas y las han grabado en su mente durante su vida.
Al despojarnos de todas las cosas que violan la verdad del corazón, pero al guardar cosas veraces en el mismo, podemos construir y solidificar, lo que resulta en un corazón interior perfecto formado por la verdad.
Debemos tener rectitud y bondad sin cambiar de parecer
Existen dos normas para discernir lo bueno de lo más íntimo del corazón a los ojos de Dios. Primero, Dios observa si lo más íntimo del corazón es recto o no. También Dios observa si lo más íntimo del corazón tiene bondad o no.
Dios ama el corazón recto que no cambia de parecer. Uno puede decir que es recto si logra lo que una vez decidió sin cambiar de idea en lo absoluto. No obstante, si lo hace por su propio beneficio, este tipo de rectitud no puede ser considerada como buena.
Jacob tuvo que sufrir 20 años de pruebas a pesar que estaba en lo correcto debido a que buscó su propio beneficio en su propio pensamiento, sabiduría y arrogancia. Incluso algunas personas mundanas alcanzan lo que se han propuesto sin siquiera dejar de lado sus propias vidas. Incluso entre los débiles, podemos encontrar a personas con rectitud que son dignas de confianza. Por supuesto, este tipo de personas es más probable que alcancen un buen corazón interno si están dispuestos a ser quebrantados totalmente en la verdad y cambiar.
Por consiguiente, el buen corazón interno consiste no solo en tener un corazón recto sino también bondadoso. Ser alguien recto sin poseer bondad no sirve de nada ante Dios. Debemos seguir la voluntad de Dios para alcanzar un buen corazón interno.
En este caso, la bondad se refiere a la bondad interna heredada de nacimiento. Así como la rectitud más interna en gran medida se hereda, la bondad interna también se hereda en gran medida.
Sin embargo, cierta persona es contaminada con el mal y su bondad es velada aunque él ha heredado la bondad más interna en su corazón porque él ha oído, visto, y aprendió lo que está mal de sus propias circunstancias. Pero si esa persona se encuentra con el Señor y cambia en la verdad, su bondad íntima oculta podría salir a la luz. Entonces podría ser una persona que ama a Dios de manera más ardiente que otros y ser amado por Dios.
El Apóstol Pablo es un buen ejemplo. Su pensamiento y su arrogancia y sus criterios personales fueron quebrantados en pedazos cuando se encontró con el Señor, y luego fue usado en gran medida ante Dios como si su bondad interna heredada fuera revelada.
Debemos obedecer la voluntad de Dios
Lo más íntimo del corazón puede ser comparado al material de un vaso o a la calidad de la tierra. La fuerza y el brillo de un vaso son diferentes dependiendo del material del cual está hecho el vaso. La calidad del producto también es diferente dependiendo en la calidad de la tierra. Aunque usted pula de manera diligente el vaso de plata, este vaso no puede imitar el brillo que proviene de un vaso de oro. Lo mismo se aplica a lo más íntimo del corazón.
No obstante, esto no necesariamente significa que una vez que se ha heredado lo más íntimo del corazón, ya no hay nada más que hacer. Incluso si alguien ha nacido con el oro para el vaso, si lo deja como está y no lo pule, no tendrá el valor de un vaso de oro. Pero incluso si uno nació como una vasija de barro, se utilizará como algo preciado si diligentemente lo pule y hace que su recipiente esté limpio.
En cuanto a Jacob, aunque tuvo la astucia de su naturaleza, Dios lo eligió porque Él vio su corazón interior heredado de Abraham e Isaac. Dios disciplinó a Jacob y permitió que atravesara el proceso para convertirse en un instrumento para los propósitos de Dios.
Dios no utiliza vasos solo porque poseen una buena calidad. Él escoge vasos limpios (2 Timoteo 2:21) y los conduce a la Nueva Jerusalén, la morada más gloriosa en los cielos.
Al ver la reacción de cada uno en la misma situación podemos ver lo más íntimo del corazón de ellos. Las personas con bondad en su corazón, oran a Dios todo el tiempo y cambian todas las cosas con bondad. A pesar que no puedan cambiar las cosas desde una perspectiva humana, intentan entenderla con la bondad de Dios y perdonar, creyendo en Dios y poniendo todo en Sus manos.
Por el contrario, alguien encuentra la manera de devolver el mal de los demás con el mal en lugar de entenderlo con la bondad y cambiarlo.
Si alguien no sigue la voluntad de Dios, aunque otros le enseñan Su voluntad, significa que no tienen intención de obedecerle. Si queremos obedecer la voluntad de Dios desde lo más íntimo de nuestros corazones internos, podremos ser capaces de obedecer en todo tipo de situaciones.
Examinemos si en lo más íntimo de nuestro corazón obedecemos la voluntad de Dios cuando aprendemos acerca de Su voluntad o si no queremos obedecer a pesar de conocer Su voluntad. Compruebe si usted trata de entender a los demás y cambiar sus pensamientos en bondad aunque esto significa que usted tenga que sufrir debido a la maldad de los demás, o que no paga mal con mal.
Lo más íntimo del corazón es heredado, pero puede cambiar mediante el poder de Dios. Lo más importante es la cantidad que está dispuesto a tratar de cambiar por sí mismo en la verdad, y limpiarse de acuerdo con la Palabra de Dios.
Para poder convertirse en un vaso apropiado para ser utilizado por Dios, debemos cambiar de acuerdo con la voluntad de Dios el Creador, sin seguir nuestra propia voluntad o corazón. Cuando nos convertimos en vasos apropiados de obediencia, que obedecen y creen desde lo profundo del corazón, Dios nos usará y nos bendecirá como Él lo hizo con los padres de la fe.
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