LIBRO _ ‘Una medida de fe asignada a cada uno de los creyentes...’
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Marcha 24, 2013 |
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Pensemos acerca de la fe de dos personas: una es la fe de un criminal que fue salvado justo antes de su muerte al arrepentirse en la cruz junto a la de Jesús, y la otra es la fe del Apóstol Pablo que trabajó fielmente con toda su vida diciendo: “muero diariamente” y quien entró a la Nueva Jerusalén. ¡Cuán diferentes fueron ellos!
En la Biblia Jesús honró a una mujer diciendo: “Grande es tu fe” (Mateo 15:28) y reprendió a Sus discípulos por “tener poca fe” (Mateo 17:20). Como se muestra en los versículos, existen diferentes medidas de fe; va desde una fe pequeña a una fe grande. Es por ello que Romanos 12:3 dice: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.
La fe es un don dado por Dios, por lo tanto la fe se nos da de acuerdo a cuánto vivimos en la Palabra de Dios. De la misma manera que subimos las escaleras una por una, la fe espiritual va en incremento día a día. Cuando nuestra fe se vuelve lo suficientemente grande para alcanzar la medida de la estatura que pertenece a la plenitud de Cristo, Dios se complace con nuestra fe.
¿A qué nivel cree que pertenece su fe? La medida de la fe puede ser explicada en diferentes maneras, pero especialmente en esta edición explicaremos acerca de ello basados en el libro La Medida de Fe del Dr. Jaerock Lee. Examinemos nuestra fe.
Nivel 1 Fe para recibir salvación
Si usted escucha el evangelio, abre su corazón, se arrepiente de los pecados cometidos y recibe el perdón de sus pecados, entonces Dios enviará al Espíritu Santo a su corazón. El Espíritu es el don y la promesa dada a aquellos que han aceptado a Jesucristo y han obtenido el derecho de ser hijos de Dios.
Si ustedes reciben el Espíritu Santo, entonces su nombre será escrito en el Libro de la Vida como un hijos de Dios, y de esta manera recibirá la ciudadanía del reino de los cielos. Por ejemplo, el ladrón que fue salvado en Lucas 23 pertenece al primer nivel de fe (Lucas 23:39-43).
Nivel 2 Fe para intentar vivir por medio de la Palabra
Luego de aceptar a Jesucristo y recibir el don del Espíritu, usted asiste a los servicios de adoración, escucha y aprende de la Palabra de Dios e intenta vivir de acuerdo a ella. Sin embargo, debe darse cuenta de la voluntad y el corazón de Dios en la Palabra y actuar con entendimiento, por lo que quizás se le haga difícil llevar la vida cristiana.
Es por ello que debe esforzarse en la oración para actuar de acuerdo con la Palabra de Dios. En este caso hay algo que usted debe guardar en su corazón; no debe sentirse desanimado ni renunciar aunque en ciertas ocasiones no pueda practicar la Palabra de Dios. Cuando se esfuerza, el Espíritu le ayudará y Dios le dará Su gracia y fortaleza y lo guiará a practicar la Palabra.
Nivel 3 Fe para vivir por medio de la Palabra
En este nivel, podemos poner en práctica la Palabra que está en nuestros corazones al reconocer la voluntad de Dios. Por lo tanto, es natural que la pongamos en práctica en nuestro diario vivir. En este nivel nuestras vidas cristianas se estabilizan.
Cuando usted posee este tipo de fe, puede dejar de cometer las obras de la carne, que son pecados cometidos con nuestras acciones, y despojarse de las cosas de la carne; pecados cometidos en el corazón y la naturaleza pecaminosa.
No obstante, si alcanza el tercer nivel de fe aún posee conflictos en su corazón. Usted obedece al darse cuenta de la voluntad de Dios aunque todavía tiene naturaleza pecaminosa. Esto causa que los dos tipos de naturaleza entren en conflicto porque aún posee naturaleza pecaminosa. Pero a medida que se abstiene cada vez más de la naturaleza pecaminosa, será mucho más fácil actuar de acuerdo a la Palabra de Dios.
Si alcanza el 60% del tercer nivel de fe, se puede decir que está parado en la roca de la fe (Mateo 7:24-25).
Aunque usted esté parado en la roca de la fe, debe pelear la buena batalla de la fe para alcanzar el corazón del Señor como se registra en 2 Timoteo 4:7. Debe clamar en oración para sacar las raíces de maldad en su corazón y pedirle a Dios con un corazón sincero.
Pero muchos creyentes permanecen en el tercer nivel de fe durante mucho tiempo. ¿Por qué razón? Es porque dejan de esforzarse por despojarse del pecado y la maldad. Para poder pasar de nivel, debe despojarse de la arrogancia espiritual que dice: “He logrado un cierto grado de santificación” y vencer sobre la pereza.
Nivel 4 Fe para amar a Dios en grado sumo
Si usted ama a Dios en grado sumo, llega a despojarse de toda forma de maldad y pecado que Dios aborrece y alcanzar la santificación de sus corazones. En este nivel la evidencia del amor de Dios por usted siempre le será mostrada. En la medida que su corazón se asemeje al de Dios, usted puede demostrar gran habilidad y darle gran gloria a Dios.
Además, usted servirá, se humillará e irá en busca del beneficio de los demás. Como tales, las palabras triviales u obras en el diario vivir son también hermosas y bondadosas. No solo una buena fragancia puede motivar el corazón de las personas a su alrededor, sino que también puede motivar al corazón de Dios y Él estará con usted trayendo respuestas y bendiciones.
Nivel 5 Fe para agradar a Dios
En este nivel, usted pasará el nivel de obediencia a la Palabra con el mayor grado de amor por Dios, y se alcanza el nivel de obediencia al percatarse profundamente del corazón y voluntad de Dios y buscar agradarle a Él. Aunque Dios le diga que haga algo imposible mediante la habilidad humana, simplemente dirá ‘Sí’ y ‘Amén’, y obedecerá con toda su vida si es la voluntad de Dios.
Además, será capaz de realizar señales, prodigios y obras poderosas al acumular innumerables horas de oración. Además trabajará fielmente en todos los aspectos y cumplirá con su responsabilidad; podrá realizar sus responsabilidades en mayor manera y con mejores resultados. Para obtener hijos verdaderos, Dios creó a los hombres.
En este quinto nivel de fe, que es la fe perfecta, todos los pensamientos y las palabras pueden satisfacer el corazón de Dios y agradarle a Él en todo tiempo. Por lo tanto, usted puede recibir respuestas de parte de Dios de lo que le pida, e incluso lo que desea en su corazón puede recibirlo de parte de Él. Esto es porque Dios lo conoce de antemano y prepara lo que necesita y le provee de ello.
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